Este poema, "Historia inacabada", es un homenaje a la infancia en la que se disfrutaba con otros recursos.

Historia inacabada

Pájaros negros que entretenían
entre tejados al cielo.

Ocupaban dimensiones inalcanzables y escapaban.

En el silencio de las tardes primaverales
solo se veía el sonido acelerado de los locos imaginados.

Pájaros negros con sonidos rojos
recorrían manzanas,
hasta poblaciones enteras
y luego,
 en su raro egoísmo, partían
el silencio de los demás,
que era el único silencio.

Entre oquedades negras se fijaron
múltiples aventuras desembocadas
en juegos infelices, que combatían
al silencio que nadie quería.

Por eso se veía a tantos
entre una calle y otra
los del barrio de arriba y los del de abajo
revolviendo alas de colores
sin que nadie sintiera que el vuelo negro
en sus bajos misterios
indiscriminadamente
recibía flechas aclaradoras de inocente indolencia.

Y pasaba toda la batalla
y no se sucedían victorias que celebrar,
ni nuestros colores se notaban,
ni lo siguen haciendo.

Una y otra vez,
siempre,
los del barrio de abajo
con los del barrio de arriba,
luchando por aclarar futuras tinieblas.